Los etruscos, origen y legado.
Descripción de este misterioso pueblo que influyó en todos los aspectos de la sociedad, religión y arte de los romanos. Su origen es todo un misterio.
HISTORIA ANTIGUA
Xavi Cloquell
7/6/20247 min read


Origen de los etruscos
Desde la antigüedad, el origen de los etruscos ha sido toda una incógnita y, por tanto, tenemos más de una teoría posible. Sin duda, los etruscos fueron la primera gran potencia itálica, pues en su momento de máxima esplendor, Roma aún era una ciudad relativamente pequeña. Cuando los colonos provenientes de Grecia y fenicia llegaron a la península itálica, se encontraron con un conjunto de pueblos bien organizados con los que tuvieron que disputarse el control de las principales riquezas del territorio. Los griegos apodaron a este pueblo como los tyyrhenoi y de ahí surgió el nombre del mar Tirreno, que bañaba las costas de los territorios bajo su dominio. Por desgracia, no ha llegado hasta nuestros días ninguno documento que narre los acontecimientos de la historia de este pueblo por parte de estos y, por tanto, solo podemos consultar los relatos posteriores greco-romanos para hacernos una idea de sus orígenes, a partir de los cuales aparecen 3 teorías sobre su posible origen.
Teoria del origen oriental.
Es la teoría más aceptada tradicionalmente y fue el historiador Heródoto quien en el siglo V a. C. la planteó por primera vez (Historia I ,94 3-7).Otro autor de la antigüedad que defienden esta teoría es Helánico de Lesbos historiador griego que defiende la idea de que fueron los pelasgos al ser expulsados por los griegos quienes tomaron Crotona y pasó a llamarse Tierrenía. La conclusión es que Helánico creía que los pelasgos de Tesalia eran ancestros de los etruscos. La teoría del origen oriental de los etruscos se apoya también en varias inscripciones encontradas en la isla de Lemnos, frente a las costas de Turquía, en las cuales encontramos muchas similitudes con la escritura etrusca.
Teoria del origen autóctono.
El máximo defensor de esta teoría es el historiador griego Dionisio de Halicarnaso el cual, en época de Augusto, defendió que los etruscos eran un pueblo diferente a los pelasgos, básicamente porque no tenían ninguna similitud en su lengua, leyes y en los dioses que veneraban. Por tanto, su idea era que los etruscos eran un pueblo indígena cuyo origen podía ser la cultura Villanova de la edad del Bronce. Se trata pues de una teoría muy aceptada por muchos investigadores que defienden la existencia de un estrato “tirreno” pre indoeuropeo, mucho más antiguo que los dialectos de origen itálico como el latín, el osco y el umbro perteneciente todos ellos a la rama indoeuropea.
Teoria del origen septentrional.
Esta teoría es la menos valorada y defiende que el origen de los etruscos se dio cuando pueblos procedentes del norte de Europa traspasaron los Alpes para asentarse en el norte de Italia. Esta teoría se basa en varias similitudes observables entre los pueblos que se asentaban en el rio Danubio en el 1000 a. C. con los distintos pueblos itálicos. Esta teoría defiende que los “terramarras” dan origen a la cultura Villanova y esta a su vez a la etrusca.
Por desgracia, ninguna de las teorías está totalmente aceptada y, en la actualidad, se le da al origen de los etruscos un enfoque mucho más flexible gracias al trabajo del etruscólogo Máximo Pallotino que subraya que la cultura etrusca surgió sin lugar a duda en la propia Etruria, pero recibió gran cantidad de influencia de los distintos pueblos procedentes sobre todo de Grecia.
Situación geográfica
La cultura etrusca se desarrolló en la región histórica de Etruria. Etruria limita por el norte en el rio Arno y por el sur con el rio Tíber. Por el oeste el mar tirreno baña las costas de esta región y al este encontramos la sierra de los Apeninos la cual discurre de norte a sur por toda la península Itálica. Fue en esta zona donde se desarrollaron las ciudades-estado etruscas de la dodecápolis etrusca entre las que destacan Veyes, Tarquinia, Vulci, Rusellae, Populonia, Arretium … Estas ciudades acabaron formando una poderosa alianza con centro en el santuario de Voltumna, conocida como la liga etrusca. Los etruscos tuvieron que competir, tanto con los colonos griegos que se asentaron en la Magna Grecia (al sud de la península itálica), como con los cartagineses que llegaron a fundar colonias en la isla de Cerdeña, por el control del mar Mediterráneo occidental, a la vez que pugnaban por el control de la península itálica con otros pueblos, como los sabinos y los umbros.
Auge de los etruscos
Durante los siglos VII y VI a.C. los etruscos vivieron su momento de máxima expansión y control y sin duda hubiera podido ir a más de no ser por encontrarse con multitud de enemigos y dificultades. En primer lugar, por mar se aliaron con los cartagineses, en un acuerdo de no agresión y reparto de las islas de Cerdeña y Córcega para acabar con los intentos de los griegos de controlar todo el mar Mediterráneo cuando en el 539 a.C. expulsaron a los griegos de estas islas.
Ala vez empezaron a conquistar territorio en la península itálica, empezando por el norte en el valle del rio Po, donde en la actual Bolonia ocuparon la ciudad de Felsina y más tarde se fundó la ciudad de Spina, en la desembocadura del rio Po. Por el sur, se dirigieron a la zona de Campania donde se asentaron en ciudades como Capua, Herculano y Pompeya. Fue en esta expansión por el sur cuando entraron en contacto con los pueblos de la liga latina, entre las que se encontraba la ciudad de Roma que por el momento era una ciudad irrelevante, pero de gran importancia estratégica y muy fácil de defender. Por desgracia, la zona de la Campania ya estaba ocupada por ciudades estado griegas como la de Cumas y pronto empezaron las hostilidades entre ambos, produciéndose así el fin de la expansión etrusca tras la derrota en Cumas en el año 524 a. C. contra los griegos.
Caida de los etruscos
La pérdida de Roma a finales del siglo VI a. C. fue el principio del fin para los etruscos, pues se perdió el control de la Lacio y se cortaron las vías de comunicación con sus dominios en la zona de Campania. Durante todo el siglo V a. C., Etruria tuvo que resistir a duras batallas, tanto por mar como por tierra. Roma había ganado importancia dentro de la liga latina y empezó a ser una amenaza para las ciudades etruscas de la zona. Por mar, la situación era mucho más crítica pues ya no se contaba con el apoyo de los cartagineses para hacer frente a los griegos que amenazaban sus tierras en la Campania. Por si la situación no fuera suficientemente mala, se produjeron diversos ataques de los pueblos samnitas que se hicieron con el control de Capua en el año 432 a. C. Además, la ciudad de Veyes que se encontraba a apenas 28 km de Roma cayó tras un largo asedio en el año 396 a. C., a manos de los romanos.
Tras perder el valle de Po los etruscos que ya no controlaban el mar Tirreno con la misma superioridad que antes, perdieron las islas de Córcega y Elba ante los siracusanos. Las ciudades de la liga etrusca empezaron a cambiar de bando y se rindieron a los romanos, la primera fue Cerveteri en el año 351 a. C. Los etruscos, desesperados en un último intento por resistir, se aliaron con los galos y tras varias luchas en Arezzo y Vadimón la coalición etrusco-gala fue derrotada y las dos última grandes ciudades etruscas de Vulci y Volsini tuvieron que firmar un tratado de paz. Finalmente, en el año 273 a.C. se mandó una colonia romana a Vulci y Volsini tras una sublevación de los esclavos. Fue totalmente destruida por las huestes romanas finalizando así la conquista romana de Etruria.
Legado de los etruscos.
Tras la conquista romana de los etruscos, estos adoptaron gran cantidad de sus costumbres y prácticas en todo tipo de ámbitos. En primer lugar, la celebración del triunfo posterior a una victoria en la guerra, en la que se mostraban las riquezas saqueadas, parece tener su origen en la cultura etrusca y los romanos, hasta en época imperial, lo practicaron y era sin duda el máximo honor que podía recibir un emperador. Dentro de la religión, la figura de los arúspices etruscos evolucionó durante la época romana en los augures, que tuvieron una gran importancia y llegaron a las esferas más altas de la sociedad, como en el caso de Quinto Fabio Máximo, un reconocido augur que tuvo una gran rivalidad con Escipión el Africano. Además de la figura del augur, los romanos adquirieron el culto a numerosas divinidades de origen etrusco como los dioses Manes o la ya mencionada tríada capitolina introducida por Tarquinio el Soberbio en Roma.
El enigma de la escritura etrusca
La lengua etrusca es uno de los aspectos más misteriosos y fascinantes de la cultura etrusca. Pese a los esfuerzos de lingüistas arqueólogos e historiadores todavía no se ha descifrado en su totalidad. Esto se debe en gran medida a que pese al descubrimiento de un gran número de inscripciones en este idioma la gran mayoría son repetitivas y su extensión es minúscula. Lo que sí se sabe es que el alfabeto utilizaba una escritura griega occidental y que no está relacionada con ninguna lengua indoeuropea de su período. Además, se ha llegado a comprender la pronunciación, sintaxis y un gran número de nombres propios. El alfabeto etrusco está compuesto por 26 caracteres y tiene su origen en el alfabeto griego arcaico. Debido a que mucho de los sonidos del alfabeto griego no les resultaba útil, algunos desaparecieron y otros fueron modificados en beneficio de la lengua etrusca. Por ejemplo, los etruscos solo utilizaron 4 vocales "a", "e", "i", y "u" y la o no la utilizaron. Además, las consonantes d", "b" y "g". Finalmente, la aportación más importante del lenguaje etrusco al romano es la letra “q” y que a través del latín ha llegado hasta el español.
Fuentes
Piquero, J. C. (2015). Historia Antigua II : el mundo clásico . Historia de Roma. Madrid : UNED.
Blonch, R. (1961). Los etruscos. Barcelona: Argos.
Frejeiro, A. B. (1985). Los etruscos. Cuadernos historia 16, 4-12.

